Si todavía estás esperando a que los clientes vengan a tocar tu puerta, tengo malas noticias… No van a venir.

Ya sabes que no me gusta andar con vueltas y rodeos. Prefiero soltar las verdades incómodas sin tanta pantomima así que te lo digo claro: esperar a que los clientes te encuentren, por arte de magia o por pura suerte, no solo es pereza, sino que además es una de las peores ideas que puedes tener. 

Porque piensa en cualquier negocio que esté despuntando… ¿Crees que sus clientes los «descubrieron» mientras miraban al horizonte? No, ya te digo que no. Esa marca salió a buscar a sus clientes, se animó a iniciar esas conversaciones, a hablar del valor que podía aportar. Así que, si tu plan es quedarte quieto, esperando, vas por mal camino. 

Ahora bien, ¿basta con tomar acción a lo loco y enviar propuestas de copia-pega a todo el mundo? No, eso tampoco sirve. Las propuestas aburridas y cargadas de mensajes genéricos lo único que consiguen es hacer bostezar a tus clientes y demostrarles que eres una oveja más del montón. 

Ese e-mail igualito a todos, con el típico asunto “Propuesta”, frases como “estoy para lo que quieras”, no te van a abrir ninguna puerta. Al contrario, te la va a cerrar. 

¿Te asusta salir a buscar a tus clientes? Pues que te asuste más la idea de no tenerlos

Entiendo el miedo a salir a vender, a molestar, a que te digan que no… Pero, ¿acaso no te da más miedo el fracaso de tu negocio por la falta de clientes? Porque sí, si no haces, si no sales a buscar a tus clientes, tu negocio se irá a pique. 

Sin ventas no hay negocio.


Y sí, tal vez estás en la etapa de creer que si creas contenido útil en tus redes sociales, aportas mucho valor, regalas tus servicios a cambio de testimonios, haces sorteos y descuentos hasta por el día de la marmota, los clientes van a estar tan contentos que te van a venir corriendo a comprar. 

Pero no… No va a pasar. Esta es pretender que venga el príncipe del cuento de hadas a salvar a tu negocio. Sí, eso solo pasa no en los cuentos.Y tú no eres un príncipe esperando a su cliente encantado, y menos en un mercado donde los clientes ya tienen miles de opciones.

Así que no se trata de sentarse y esperar, sino de ponerse en pie, tomar acción y marcar la diferencia. 

¿Tienes un servicio único? ¿Tu propuesta de valor es realmente diferente a lo que está ofreciendo tu competencia? Puede ser que sí, no lo niego, pero si nadie se está enterando tienes un auténtico problema. Y ese es el primer paso: reconocer que, si no te mueves, nadie te va a llamar. 

¿Diferente? Sí. ¿Intencional? Más todavía

La autenticidad vende. Eso seguro que lo tienes claro. Pero no me vengas con el «yo soy diferente» si luego haces lo mismo que todos: publicaciones en redes sociales iguales a las de todo el mundo con el típico “5 tips para”, mensajes genéricos y ofertas que no dicen nada. 

Los clientes están hartos de ver lo mismo, y si no estás dispuesto a aportar algo distinto, entonces ni te molestes. Porque la diferencia no es opcional, es la única vía para que te recuerden.

Porque no se trata de decir que eres diferente, sino de demostrarlo. De comunicar de forma distinta, con personalidad. 

Pero ojo, la diferenciación sin intención no sirve de nada. No es solo hacer algo “loco” para que te miren, es crear una propuesta de valor que haga click en la mente de tu cliente y trabajar también en una comunicación que demuestre esa diferenciación. 

Deja de quejarte, empieza a actuar

Déjate de tanto lloriqueo. Si te la pasas quejándote de que “los clientes no llegan” o de que “el mercado está difícil”, pero no haces nada al respecto, entonces tú eres el problema. No hay excusa. 

Y si ahora estás pensando “pero es que yo sí he intentado, solo que no funciona”, te pregunto: ¿Lo has intentado de verdad? ¿O has probado una vez, te rechazaron, y te diste la vuelta? Porque, si crees que vender es cuestión de intentarlo una vez y ya, entonces no has entendido nada.

La venta es acción constante, es buscar, fallar, ajustar y volver a salir. El cliente no llega solo porque tú estás ahí, llega porque tú lo has convencido. Y convencer significa insistir, mejorar y ajustar hasta que tu propuesta sea verdaderamente irresistible.

¿No sabes cómo? Pues se aprende

Si el miedo es lo que te frena o simplemente no sabes cómo hacer que tus propuestas vendan, entonces invierte en aprender. Así de sencillo. 

Porque, si has decidido emprender y jugar este juego, entonces ya deberías saber que vender no es una opción, sino más bien una obligación. Porque no hay negocio sin ventas. Punto.

Así que aquí va una pista: no necesitas fórmulas mágicas, plantillas ni guiones perfectos. Lo que , en realidad, necesitas es tomar acción, comunicar de forma auténtica y conectar desde un lugar de verdad con tus potenciales clientes. 

Entonces, ¿vas a moverte o no?

Aquí está el dilema: puedes seguir esperando a que los clientes lleguen, a ver si un día deciden tocar tu puerta, o puedes salir ahí afuera y hacer que te encuentren. 

Si eliges dar el paso y tomar acción aprendiendo a crear propuestas que te hacen destacar para conseguir más clientes y más ventas desde el primer contacto, puede que mi formación online Propuestas Diferentes, te interese. 

Propuestas Diferentes es un curso en el que te enseño a crear propuestas que no solo captan la atención, sino que la mantienen. Propuestas que tu cliente potencial no deja en “pendientes” ni en “ya lo miro luego”, sino que le hacen pensar: “Quiero saber más”.

Quiero aprender a crear propuestas diferentes y con mi personalidad

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